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Entrevista: Joaquin Lera
La persona paraa quien estan escritos estos poemas me dijo que no me atreviera a publicarlos, y esa fue la razón por la que decidí hacerlo. Al fin y al cabo, llevo toda la vida desnudándome en público con mis canciones.
JOAQUÍN LERA

—Su nuevo poemario "Cartas a Maitena" nace de un viaje por Argentina y de la sensación única que es encontrar el amor y saber que, inevitablemente, se escapará como agua entre los dedos. ¿Ha usado la poesía como tabla de salvación para dar salida los sentimientos y al dolor?
—El primer poema de "Cartas a Maitena" nació en un hermoso lugar que unos amigos tienen a las afueras de la ciudad de Buenos Aires donde pasé unos días inolvidables rodeado de naturaleza, con árboles inmensos y una tranquilidad que invita a la espiritualidad después de un concierto que di presentando el libro Antología de Canciones vol.1 en el teatro Metropolitan de la Avenida Corrientes en la capital argentina.

Allí conocí al hombre que fue construyendo con sus propias manos una pequeñita casa para él que parecía salida de un cuento y otras más grandes, ladrillo a ladrillo y tubería a tubería, para sus hijos durante varias décadas. Me enamoré de ese lugar, de su hospitalidad, y de la musa que lo frecuentaba, como un niño. A él le dedico en este libro uno de los poemas de los que he llamado "Sortilegios", parecidos a sonetos pero sin métrica, y a esa musa indomable y bellísima muchos de los poemas de este libro.

El primero se llama Buenos Aires y está casi al final del libro. Con el después hice una canción y un vídeo incluidos en mi trabajo El viajero invisible. Para ella compuse una sinfonía de unos doce minutos que se llama Al Maitén Suite de la cual estoy muy satisfecho, varias canciones y muchos de los poemas de amor y desamor.

Después fueron saliendo otros inspirados en varios lugares de Uruguay que visité como Colonia de Sacramento, Montevideo o José Ignacio.

Entre idas y venidas vino la inevitable separación, tuve que cruzar el charco para volver a la cruda realidad, y la poesía fue mi válvula de escape. En ella, ya en Madrid, fui plasmando con la tinta de mis lágrimas, los sentimientos y el dolor que produce un amor tan puro. Un amor tan pasional que te deja sin aliento pero que con el tiempo se transforma en un bálsamo para el alma y las heridas que surcan los ríos de la sangre cicatrizan dejándote un bello tatuaje en la memoria.

Sin duda la poesía fue la terapia que me sacó del diván, porque de amor también se puede morir.

—En el libro aparecen bastantes poemas dedicados a amigos. Se percibe que la amistad es para usted sagrada ¿Es uno de sus pilares?
—Desde que era un chaval, aunque rodeado de una familia numerosa, he vivido como los niños índigo, sumergido en mi propio mundo, pero con una capacidad de empatía y creatividad necesarias para sobrevivir. La amistad y el cariño en mi caso son regalos de los dioses. Lo paso fatal cuando me siento traicionado por un ser querido y casi siempre evoco el mea culpa aunque no la tenga. A los amigos hay que quererlos siempre. Con sus miserias y sus riquezas. Sin duda la amistad es un pilar importantísimo que según pasan los años valoro cada día más… y cuando es correspondida o algún amigo se va sin billete de regreso se convierte en un poema y a la vez en algo sagrado sin duda.

Me parece un gran estímulo poder dedicarle poemas incluso a los amigos que no has conocido nunca como nos ocurre con los grandes poetas. Incluso la soledad en muchos casos es una amiga reconfortante.

Como digo en alguna de las citas de este libro: Colecciona deseos y ganarás amigos.
O esta otra: Somos lo que damos, no lo que perdemos.
Así es la amistad…

—Cuando uno es músico y lleva el ritmo en la sangre, todo esto de la métrica y la sonoridad interna del verso le debe resultar sencillo o es un problema que no se plantea cuando compone canciones.
La música es poesía y al revés. Quizás sea el ritmo el que una las dos artes.

He compuesto canciones con poemas de otros que estaban escritos en prosa, porque al leerlos tenían música. No sabría cómo explicarlo, es algo mágico que se sale de las reglas poéticas. Me ocurre desde siempre.

He leído mucha poesía pero no soy un poeta académico. Tal vez para mi las partituras en vez de notas sean palabras, versos que se van armonizando según los voy escribiendo o componiendo hasta llegar al final y convertirse en canciones.

Unas veces salen solas, como si estuvieran ocultas y de repente dicen, "Aquí estoy".

En otras, sin embargo, hay que profundizar más, dormir con ellas días y meses hasta encontrar las palabras y el ritmo necesarios.

En ninguno de los casos es un problema. Cuando a uno le gusta lo que hace y tiene la suerte o el empeño de poder llevarlo a cabo, comerse la cabeza componiendo es un disfrute sin paliativos. Es lo más parecido a un maestro de yoga cuando se pone en trance y llega al éxtasis.
Claro para eso tienes que currártelo. Las ideas cuando llegan solas hay que desarrollarlas para convertirlas en una bonita acuarela sonora.

—Háblenos del proceso de creación de "Cartas a Maitena" y lo que supone entregarlo al lector.
"Cartas a Maitena" ha sido un proceso de varios años. Al principio no lo hice con la intención de ser publicado ya que los primeros poemas me parecían muy íntimos y me daba pudor desnudar mi alma ante los lectores... La persona para quien estan escritos estos poemas me dijo que no me atreviera a publicarlos, y esa fue la razón por la que decidí hacerlo. Al fin y al cabo, llevo toda la vida desnudándome en público con mis canciones.

En el libro no solo hay poemas de amor y desamor. Hay también varias citas o aforismos, un par de haikus, proverbios celtas, sortilegios que podrían haber sido sonetos, un triángulo de versos y varias letras de canciones. Esto para el lector de poesía e incluso para el que le cuesta acercarse a ella, según me cuentan resulta ameno. De hecho en una reciente entrevista en Lisboa que me hizo hace unos días la escritora, periodista, poeta y traductora Pepita Tristao, le ha gustado tanto este libro, que lo está traduciendo al portugués. Esta mujer, entre otros libro,s ha traducido la obra del importante poeta árabe del siglo XI, Ibn Muqana. Como os podéis imaginar todavía me tiemblan las piernas de la emoción ya que Portugal es un país que me encanta.

—Al mismo tiempo que "Cartas a Maitena" nos presenta el CD+DVD "La cuna del agua", que ya está cosechando estupendas críticas por parte de los medios y el público. Háblenos sobre este nuevo trabajo musical.
"La cuna del agua" es el trabajo más completo de los que he hecho hasta la fecha. No solo por lo que se refiere a la parte musical y literaria, sino también por el contenido audiovisual que contiene. Son 25 canciones en total repartidas en 13 en el cd y 14 en el dvd ya qye dos de ellas están en audio y también en vídeo, Ven conmigo a Lisboa y Bby don´t cry.

Ha sido tres años de trabajo intenso y al ser íntegramente producido por mi sin ningún tipo de ayuda exterior el desgaste tanto físico como mental ha sido arduo pero enriquecedor una vez terminado.

Tampoco quería que ningún ser extraño de la industria me dijera por donde tenía que ir el disco o los temas a elegir. Para ellos hubiera sido muy arriesgado asumir un trabajo tan costoso y las instituciones donde he pedido algún tipo de ayuda han mirado para otro lado no sin antes darme varios quebraderos de cabeza.

Así que desde el principio para ahorrarme energías y tener buena salud asumí el riesgo de cargar con todos los gastos de producción: Desde el registro en la propiedad intelectual, pasando por el registro y las tasas de SGAE, la producción musical, dirección, guión y realización de los vídeos hasta el último retoque en las mezclas, así como los arreglos e instrumentos de todas las canciones han corrido de mi cuenta.

No he querido que nadie influyera en él porqué desde el principio tenía muy claro lo que quería hacer, salvo en la canción Derecho a soñar donde el excelente músico Javier Paxariño toca magistralmente el saxo y la estimable colaboración de Bea Puente en el diseño gráfico.

Efectivamente parece que el disco está teniendo buenas críticas. Canciones como My secret love, Tomates azules o Ven conmigo a Lisboa que ha encantado en Portugal están siendo muy bien recibidas por la crítica así como Armonía, Cousas da vida, Te propongo bailar, Duele y otras.

Mi intención ha sido que fuera un disco agradable de escuchar de principio a fin, tanto en el cd como en el dvd, y sinceramente creo dentro de mis posibilidades que lo he conseguido.

El agua es el denominador común de casi todos los temas y esto se ve reflejado sobre todo en los vídeos.

Por lo demás quiero que sea el publico él que hable de el ya que yo podría extenderme demasiado y acabaríamos bañándonos en la playa de las corcheas y en las cataratas del do re mi fa sol… o en la orilla del ukelele ejerciendo de trípode volador con la cámara al hombro para conseguir una buena imagen.

Creo que las palabras que Aute me dedica en el prólogo son una síntesis sincera de lo que reflejan las letras, las imágenes y las músicas de este nuevo trabajo "La cuna del agua" con el que me siento plenamente realizado.

—¿Cómo es eso de subirse a un escenario y empezar a cantar y hacer música? A pesar de su larguísima experiencia, ¿le sigue dando miedo el público, es usted uno de esos tímidos a los que no se le nota?
Según el escenario al que te subas. Si es respetuoso, mejor y yo ya no tengo aguante, ni cuajo para otra cosa que no sea tener un publico fiel y agradecido… Cada vez me pongo más nervioso antes de subir a un escenario pero es por eso de la responsabilidad y querer hacerlo bien. El miedo escénico siempre está latiendo cuando el arte vive instalado en tus adentros.

—Luis Alberto de Cuenca ha escrito el prólogo de "Cartas a Maitena", y Luis Eduardo Aute el de "La cuna del agua". Da gusto ver lo bien acompañado que está- ¿Cómo nació su amistad con estos dos grandes artistas?
A Luis Alberto me lo presentó el escritor, amigo y editor de Ediciones Irreverentes Miguel Ángel de Rus cuando publicó mi primer libro de poemas Mujer Luna. Nuestra amistad viene desde entonces. Tanto es así que uno de los discos que he hecho poniendo música a los poemas de otros autores fue: Una hora, dos minutos y 19 segundos con Luis Alberto de Cuenca, donde él recita en varios de los cortes del mismo. Hoy por hoy, sin duda, somos buenos amigos y el hecho de que haya escrito el prólogo de "Cartas a Maitena", en este libro editado con maestría por Alicia Arés, es mucho más que un orgullo ya que es sin duda uno de los hombres más cultos que conozco y un poeta extraordinario.

A mi querido amigo Aute lo conozco desde que llevaba pantalón cortito y cantaba varias de sus canciones... Con los años he tenido la suerte de compartir con él varios eventos y conciertos. Mi admiración viene de lejos. Es sin duda un artista irrepetible con una capacidad de sobra conocida tanto para la pintura, como para la música, el cine y la poesía. Para mí un referente desde niño y uno de los grandes con mayúsculas dentro del mundo de la música en España y al otro lado del charco. Cuando le propuse escribir el prólogo me pidió que le enviara el trabajo completo y saber que lo escuchó de principio a fin, recibir sus palabras de aliento y que se haya prestado a estar conmigo en la presentación junto con Luis Alberto. Pues imagínate…Todavía estoy dando saltos de alegría como un niño con zapatos nuevos.

—Se considera usted un indignado, qué opina de la actual situación cultural española?
Indignado, asqueado, manipulado y todo lo que acaba en "ado" menos las palabras bonitas.

Para empezar, que eliminen la asignatura de música en los colegios no tiene paliativos.

Podría escribir un libro sobre ello y me quedaría corto. La cultura hay que tratarla con mimo porque es el bien más preciado que tenemos todos los ciudadanos. Sin cultura nos convertimos en zombis sin memoria.

Tienen que bajar el IVA porque están dejando a muchas empresas sin trabajo y a un montón de artistas sin poder expresarse en los cines, en los teatros, en los escenarios y hasta en la calle. Si no saben hacerlo que dejen a quien tenga un poco más de carisma y sensibilidad o que se suban a cantar una rumbita en el tejado aullándole a la luna. Pero eso si donde no haya vecinos.

Viva la cultura y no quiero hablar de los niños que pasan hanbre porque me entran sarpullidos cada vez que lo pienso.

Como no voy a estar indignado…

—Si pudiese cambiar algo gracias a sus poemas y música ¿qué sería?
Pedir a los científicos que inventaran una píldora que no dejara secuelas para que el ser humano hiciera honor a su nombre. Es una utopía pero son tantas las cosas que hay que cambiar y recuperar para que la gente deje de pasar calamidades que no tengo papel suficiente.

Yo con mi música y mis poemas lo que intento hacer y a veces consigo es que la gente se sienta bien y se olvide por un rato de los problemas cotidianos. Lo que pasa es que esto no quita el hambre… ya me gustaría a mí.

Algo tiene que cambiar no solo en este país sino a nivel global porque si no vamos directos a la hecatombe…

Está claro que soy un soñador, pero un soñador con los pies en la tierra que se siente impotente ante tantas injusticias y tanto…

Puedes leer a Joaquín Lea en:
CARTAS A MAITENA, de JOAQUÍN LERA

Cartas a Maitena
Joaquín Lera


Coleccción ANAQUEL DE POESÍA, Nº 29
Prólogo: LUIS ALBERTO DE CUENCA
I.S.B.N: 78-84-941600-4-2 • 164 páginas • 13€

Joaquín Lera es uno de esos seres que, si no existieran, dejarían al mundo aún más desamparado. Nadie como él para fundir en un mismo crisol dos elementos que nacieron juntos y que luego fueron disociándose con el paso de los siglos... <<Más>>

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